Declaro la guerra a la noche

Declaro la guerra a la noche, porque va contra mis propias pretensiones. Ya hace 4 meses decidí dejar de ser noctámbulo, por el bien de mi cuerpo y para desaparecer las marcas visuales que me delataban ante el mundo. Encontré en el día un amparo muy diferente para los de mi tipo. Me deleita el ver al mundo andar, entre el ruido y el desorden matutino, pues es aquí cuando las historias funcionan. El esfuerzo de crear dejó de ser propiamente “creación” y se convirtió en transcripción y modificación de lo observado en tiempo real, en resumen, había encontrado el encanto de la mañana y no pensaba dejarlo; pero la noche quería venganza, y todos los días, antes de que yo conciliara el sueño, me maldecía con ideas, con propuestas, con tramas nuevas e interesantes, con canciones y melodías. Ya no eran solo los sueños los que me atormentaban por su fugacidad, pues estas ideas me emocionaban momentáneamente y desaparecían a la mañana siguiente, dejando en mis labios una sensación agridulce. Se repetía todas las noches esa experiencia: me quedaba con los ojos abiertos imaginando miles de cosas, pero sin animarme a levantarme y escribir lo que venía a mi cabeza, para mantenerme fiel a mi compromiso diurno, y por ende cada día las ideas eran fuertes y se agolpaban, atropellándose y creando, en su desorden, uniones raras y verdaderamente curiosas…hasta el día de hoy lamento todo lo perdido en esta ultima semana de paranoia nocturna, es por eso que hoy he decidido rendirme a la noche… para dar testimonio de mi posición, lanzar la primera piedra de lo que será una dura guerra, todo lo que puedo dar será a partir de ahora fruto de la espontaneidad, sin limite de tiempo, sin trabas de luz o del reloj, no importa la hora solo viene al caso la idea, pero tampoco le daré el gusto a la noche de embriagarme con supuesta profundidad, con su silencio, me dolió divorciarme de la luna, y separarme de esas estrellas invisibles que en Lima son tan tímidas, y no pienso perder esta guerra: el conflicto por mi independencia. La oveja descarriada va a mostrar las pocas armas que aun tiene.