Todo por una canción


- ¿Nunca te ha dolido no tener ningún recuerdo con que asociar una melodía tan melancólica como esta? … intentar pensar en algún recuerdo, alguna memoria que produzca en ti esa sensación de tristeza, que avanza y consume, y que dibuja a la fuerza una sonrisa hipócrita en tu rostro…Ese circulo indefinido de oscuridad, de auto indulgencia y culpa ¿o alguna regresión que demuestra tus errores, pasados, junto con el nudo en la garganta que evita las lagrimas…o las contiene? … sea cual sea su función, esta ahí, advirtiendo que poco a poco sucumbes …yo lo he sentido antes, cuando aun pensaba que todo lo que pasaba era culpa de mi falta de tino, cuando me sentía solo...antes de encontrar las respuestas, antes de saber la verdad … yo creía que todo podía ser como lo había soñado, si me esforzaba y creía en el resto, en cada una de las figuras que avanzaba en el mundo; pero me engañé y luego observé perplejo el resultado … ahí lo sentí, me sentí vivo bajo el manto del dolor .. y mientras seguía lamentándome encontré la esperanza, en el momento mas irónico vino a mi, y me demostró que son los tiempos más difíciles los que te permiten hallar las soluciones más hermosas, las sonrisas volvían a aparecer entre todas las figuras que andan por el mundo, y yo intentaba sonreír, pero en el fondo aun sentía el dolor en el pecho…ese dolor que me hacia sentir vivo ..

- Pero usted esta vivo...¿Verdad? …esa es la prueba, en su forma de pensar mecanicista radica la explicación de tu naturaleza… ¿lo sabe usted o no?

- La explicación de las cosas, vino poco a poco, cambié mis preguntas y las avoqué a otra dirección, el ¿porque? se volvió mi estandarte. Entendí el comportamiento de los humanos, empecé a mover las cosas de otra manera, a actuar independiente a sus deseos, a su fé, las cosas cambiaron el balance llegó de nuevo …pero … con cada explicación los misterios iban desapareciendo, esa sensación de culpa, la felicidad efímera, la sonrisa compartida, el dolor ... ya no están … ahora puedo explicar cada cosa que pasa, puedo entender la motivación y en base a eso crear una circunstancia adecuada para que todo siga su curso, pero no lo hago movido por el cariño, el resentimiento, lo hago de manera perfecta, mecánica, objetiva …aburrida… soy justo, pero no me causa ninguna satisfacción… solo acciones programadas …Solo eso

- A eso se le llama divinidad mi señor

- ¿No te molesta no sentir nada cuando escuchas eso? … ¿no te indigna saber que cada una de esas personas son seres de menor jerarquía, y puede llorar de manera sincera al escuchar esta melodía? …acaso una creación mía tiene ventajas que no poseo… no…no es cierto, esta afirmación es falsa, yo una vez la tuve…pero ahora ha desaparecido, ahora puedo ver todo, explicar todo, entender todo, menos esto… dime. ..¿No te molesta no sentir absolutamente nada? …¿carecer de sentimientos?

- Bueno mi señor, eso debe saberlo usted…por algo…es dios…
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El arpa seguía tocando aquella hermosa melodía mientras que el ser todopoderoso se alzaba entre los cielos, la luz daba en su rostro…y caía poco a poco con el andar del día…como si de una lagrima se tratase…

Transformers II ...la venganza del sarcasmo

(Irónicamente, una de las cosas más honestas que he escrito en los últimos 365 días)

Cuando me compraron por primera vez un juguete de Transformers, los juegos que elaboraba con mis figuras de acción avanzaron un paso en la escala de la complejidad, porque tenían que hacerle justicia al todopoderoso guerrero recién llegado, Optimus Prime, líder de los Autobots, con su increíble capacidad de transformación que me recordaba al talento que mucha gente tiene para cambiar de forma de uno a otro momento (algo que le llaman bipolaridad)
Este paso de un simple vehículo a un robot hecho a la medida de la destrucción siempre fue un detalle que me impactó, y tras ver el “intento” hollywoodense de plasmar esta legendaria historia, solo me queda agradecer a los genios de los efectos especiales y creación computarizada, hacedores de milagros, que lograron un convertir un pedazo de bodrio, en una droga hipnótica

¿Y que quiero decir con esto? … bueno, definir Transformers II, la venganza de los caídos, es intentar definir el causal del arrepentimiento, es tratar de explicar la infidelidad, o el abuso de sustancias psicotrópicas; es querer justificar lo injustificable, y promover la filosofía de los placeres efímeros del carpe diem; y es que una película como esta te deja un sabor amargo en la boca para toda tu vida, pero vaya que la disfrutaste. Es involucionar en un laberinto de placer 3d, es embrutecerse en una experiencia realmente alucinante que dejará en tu pecho una carga corrosiva, y poco a poco destrozará tu conciencia por saber que en el fondo disfrutaste de algo tan malo.

Tal vez no basta con exagerar los planos lentos, no es suficiente con explotar a Megan Fox miles y miles de veces en poses sugerentes pero nada coherentes, o corriendo sudorosa en una muestra admirable de “valentía y amor incondicional” (¡¡POR FAVOR!!) lo cual genera que muchos de los espectadores lancen un grito de gracias al cielo, Michael Bay debe también plasmar su arte, expresado en planos detalles “poéticos” de Shia La beouf, saltando a través de la arena, o e escondiéndose en una casa en ruinas… “pausa, Megan Fox aparece de nuevo, démosle otra cámara lenta”… “De ahí disparos y explosiones, pero procuren que salga Megan Fox, exacto... en cámara lenta”… la formula de Bay no tiene pierde, el si sabe su “chamba”

Y es que el director, Michael Bay, es un hijo de Hollywood, fruto de la polémica relación entre el arte y lo comercial. Un maestro en de las taquillas, siempre en busca de mecenas que sigan avivando la llama del enriquecimiento ilícito que Hollywood logra a expensas de nuestra inteligencia, y autorespeto. Este niño mimado de la industria norteamericana es el héroe detrás de apoteósicos “tributos blockbusterianos” como es el caso de Bad Boys (1 y 2)

Se repiten los clichés burdos de gags sexuales-humorísticos ridículamente irritantes, en dosis exactas para poner esta película en la categoría de inclasificable, pues recorre todos los géneros de manera tal que es imposible no burlarse, pero todo queda perdonado una vez que los Autobots pelean contra los Decepticons en una marea de colores y movimiento impactantes, entre titanes de computadora y autos de lujo uno simplemente se deja llevar.

Da escalofríos pensar como hubiese sido esta película de la mano de directores mucho mas sobrios y, cabe decirlo, talentosos, pero que a su vez no vean en los efectos especiales un enemigo mortal de la expresión audiovisual, sino un apoyo para magnificar la trama. Tal vez Christopher Nolan o Sam Raimi le hubiesen dado a nuestros amados robots gigantes una personalidad mucho más conflictiva, o a la narración, una dosis más complicada (aunque la trama de esta segunda entrega fue mucho más larga, claro está, para cubrir las casi 3 horas de delicioso suplicio)
En resumen, reitero que fue una experiencia idiotizantemente hipnotizante, que apela a nuestro niño interior para callar al crítico que también llevamos dentro… la computadora demostró su eficacia y demostró que, la herramienta salvavidas del cine comercial puede convertirse, muchas veces, en objeto de culto…Corramos todos por nuestras figuras de acción
¿Que diría Optimus a todo esto? … no lo sé
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Anexo: Estoy casi seguro que la canción de Linkin Park “What I´ve done”, banda sonora de la primera parte, fue un encargo personal del director, como una forma de pedir disculpas… ¿o estaré alucinando cosas?